La población de edad en el norte de Alaska y Canadá, los inuits, tenían una forma muy inusual, pero muy efectiva de construir sus hogares: utilizaban el material que abundaba en la zona: la nieve. Hicieron una especie de ladrillos de nieve y los pegaron con agua que se convirtió inmediatamente en hielo. El edificio era redondo y tenía pieles de animales en el interior, como un aislamiento natural que no permitía que el calor del fuego interior derritiera el hielo del exterior. De todos modos, a partir de esta tradición, algunas personas en Cantwell, Alaska, pensaron que sería una buena idea construir un hotel que se pareciera a un iglú, ya que sin duda atraería a los turistas.
2024 Autor: Simon Jenkins | [email protected]. Última modificación: 2024-01-16 01:44