Celebrar la ciudad puede ser un regalo inspirador de los artistas. El artista callejero con sede en Berlín, EVOL, aprovechó la oportunidad y transformó los pequeños elementos arquitectónicos de la ciudad en mini torres de bloques de concreto. Cajas eléctricas, jardineras pequeñas, botes de basura, sillas de concreto y otros elementos de infraestructura recibieron un cambio de imagen urbano que nos recuerda a los edificios de hormigón de estilo soviético. Al exponer el pasado de la arquitectura, el artista probó un método simple de conciencia y logró llegar a un gran número de personas con su arte. Impreso como un patrón recurrente de pequeñas ventanas, el arte que cubre algunos elementos de la ciudad tiene unos pocos mini habitantes que rompen las reglas autoimpuestas de la repetición aburrida. Las impresiones se cortaron y pegaron en las ciudades europeas, creando islas del pasado que se destacan en las calles. Inhabitat descubrió al artista que presentamos hoy y sus trabajos se mantendrán en nuestra memoria, aunque no duran mucho tiempo en las calles, siendo derribados por patrullas de policías.
