Un diseñador, sus dos hijos y su infatigable terrier Winston comparten un pequeño edificio de los años 50 que pasa inadvertido entre sus vecinos en el distrito Mile-Ex en Montreal, Canadá. Las robustas paredes de este antiguo taller, sin embargo, esconden una conversión de joyas dentro. Si la fachada recompuesta es sorprendentemente privada, sus grandes ventanas y la puerta de acero de altura completa, ligeramente empotrada, anuncian el dominio minimalista del plan interior diseñado por Atelier Moderno: un amplio corredor se extiende a lo largo del eje norte-sur, adyacente a un muro existente de mampostería acentuada por una delgada línea de luz, que sirve espacios de vida bien definidos, luminosos y agradables, donde todos pueden realizar sus actividades sin afectar los de otros, al mismo tiempo que fomentan un cierto aire de intimidad y afecto.
El interior se abre a un área común que incluye una acogedora sala de estar con un escritorio de esquina, un comedor y una cocina aerodinámica donde cada elemento afirma su modernidad con absoluta convicción: una unidad de cocina de acero inoxidable, una isla de preparación en Corian® blanco, y un gran módulo de almacenamiento y una mesa en roble blanco macizo. Una escalera con un solo larguero brinda acceso directo a una terraza con techo verde, que ofrece privacidad y presencia urbana. Más allá de la zona común siguen, en secuencia, las habitaciones de los niños y el dormitorio principal, con un baño privado, que se distingue por el matrimonio de hormigón pintado, madera, porcelana, acero inoxidable, vidrio, agua y el ocasional fuego de un pequeño brasero.. [Fotos e información proporcionada por correo electrónico por Atelier Moderno]
