Por lo general, los muebles están hechos solo para que tengan un propósito funcional, lo que significa que usted se siente cuando mira la televisión, se queda en la oficina, etc. Sin embargo, de vez en cuando algunas personas se dan cuenta de que pueden hacer mucho más que muebles simples que no expresan nada y tratan de convertir una silla simple en una obra de arte significativa. Por ejemplo, el diseñador de muebles Michael Whitney imaginó una silla muy diferente, que en realidad estaba vinculada físicamente a otra silla y la llamó "silla de madre e hija".
A pesar de que aparentemente son muy diferentes, son parte del uno del otro, lo quieran o no. Cada una de las dos sillas tiene solo tres patas, la cuarta se comparte con la otra. Una imagen genial para el enlace familiar, ¿verdad?