Integrada en un entorno pintoresco en Normandía, Francia, entre huertos y bosques, la minimalista G House de Lode Architecture demuestra que 100 metros cuadrados son más que suficientes para construir una cómoda cuna. El edificio monocromático fue construido con paneles de madera laminados y revestimiento de pizarra, que reacciona a los cielos cambiantes de Normandía.
Una vez dentro, los visitantes se encontrarán con volúmenes acogedores pero huecos y arreglos de mobiliario que reflejan practicidad más que cualquier otra cosa: "Una serie de muros de carga, hechos de paneles de madera, tallan el espacio. Las aberturas, cortan en su grosor, crean formas, enmarcan las vistas interiores o invitan al paisaje cercano. Al usar los efectos de las superposiciones y las lagunas, estas ventanas ofrecen una visión caleidoscópica del hogar y sus habitantes". La durabilidad, la estética y la integración dentro del paisaje local fueron los principales objetivos de los arquitectos al construir el proyecto. [Fotografía de Daniel Moulinet]