Tal como lo sugiere su nombre, Curving House, concebida por la firma de arquitectura JOHO Architecture y ubicada en Gyeonggi-do, Corea del Sur, se caracteriza por una original forma retorcida. El desafío fundamental para los arquitectos fue adaptar la residencia a su terreno desigual y crear un espacio para el estacionamiento y la jardinería para convivir. El problema se resolvió imaginando una forma creativa para revestir el terreno con más curvas y levantando el edificio a dos metros del suelo para el estacionamiento.
La elección de los materiales para las superficies exteriores es intrigante: "Los ladrillos de color ceniza se adhieren a la superficie de hormigón como escama de pescado mientras se alteran ligeramente los ángulos. Los ladrillos con dos superficies diferentes se apilaron para formar un cierto patrón desde ángulos de 1 ° a 25 °. En otras palabras, la variación de ángulo es otra forma en que la piel exterior en forma de lente cóncava orientada hacia el sur define la existencia del edificio ". Se dice que el proyecto reinterpreta la casa tradicional coreana, con su sala de estar abierta, dormitorio y cocina en el segundo piso, que se puede dividir y combinar mediante el uso de puertas correderas.
